La vitrocerámica se ha convertido en uno de los elementos más utilizados en nuestras cocinas. Con su apariencia elegante y su facilidad de uso, se ha vuelto indispensable en la preparación de nuestras comidas diarias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen ciertos elementos que no se pueden poner en la vitrocerámica, ya que pueden causar daños tanto en la superficie como en los utensilios de cocina. En este artículo, exploraremos qué elementos debemos evitar colocar en nuestra vitrocerámica para mantenerla en óptimas condiciones.
1. Utensilios de hierro fundido
Los utensilios de hierro fundido son conocidos por retener el calor de manera uniforme y ofrecer una excelente retención del sabor. Sin embargo, no son recomendables para su uso en vitrocerámica. El hierro fundido puede ser extremadamente pesado, lo que puede provocar ralladuras en la superficie de la vitrocerámica. Además, si el utensilio tiene una base rugosa, puede generar un desgaste excesivo en la placa.
2. Utensilios de cerámica no aptos para vitrocerámica
Muchos utensilios de cerámica son aptos para el uso en vitrocerámica, sin embargo, es importante verificar las recomendaciones del fabricante antes de utilizarlos. Algunos tipos de cerámica pueden ser abrasivos y rayar la superficie de la vitrocerámica. Además, en caso de sobrecalentamiento, la cerámica puede provocar daños irreparables en la placa.
3. Papel de aluminio
El papel de aluminio puede ser un gran aliado en la cocina, pero no debe colocarse directamente sobre la vitrocerámica. El calor de la vitrocerámica puede causar que el papel de aluminio se adhiera a la superficie, dificultando su limpieza y dañando la placa. Es mejor utilizarlo en recipientes o bandejas aptas para el horno.
4. Utensilios de cobre
El cobre es un excelente conductor de calor, sin embargo, no es compatible con la vitrocerámica. El cobre puede dejar manchas en la superficie y, en algunos casos, incluso reaccionar químicamente con la placa, dejando marcas permanentes.
5. Recipientes de vidrio o cerámica frágiles
Aunque en general los recipientes de vidrio y cerámica son seguros para su uso en vitrocerámica, aquellos que son frágiles o tienen bases irregulares deben evitarse. Estos recipientes pueden romperse con facilidad debido al calor directo, lo que no solo dañaría la vitrocerámica, sino que también supondría un riesgo para la seguridad en la cocina.
6. Utensilios de plástico no aptos para altas temperaturas
Algunos utensilios de plástico no son adecuados para su uso a altas temperaturas, ya que pueden derretirse y dañar la superficie de la vitrocerámica. Es importante verificar las indicaciones del fabricante antes de utilizar cualquier utensilio de plástico en la vitrocerámica.
7. Utensilios con fondos rugosos
Los utensilios de cocina con fondos rugosos como sartenes de hierro con acabado sin pulir o con marcas de desgaste no deben usarse en la vitrocerámica. Estas superficies desiguales pueden rayar la placa al moverlas o deslizarlas.
8. Sal derramada
Es importante evitar que la sal se derrame directamente sobre la superficie de la vitrocerámica. La sal puede dañar la placa y causar marcas difíciles de eliminar. Si la sal se derrama, se debe limpiar inmediatamente con un paño húmedo y suave.
Conclusión
Para mantener nuestra vitrocerámica en buen estado y evitar daños, es fundamental tener en cuenta qué elementos no se deben colocar en ella. Evitar utensilios de hierro fundido, cerámica abrasiva y plástico no apto para altas temperaturas, así como cuidar de no derramar sal o utilizar utensilios con fondos rugosos, nos ayudará a prolongar la vida útil de nuestra vitrocerámica y a disfrutar de un óptimo rendimiento en la cocina.